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Turqu?a

ADANA, Turqu?a — “Despacio, despacio”, dec?an los socorristas el lunes mientras sacaban lentamente a un hombre entre trozos de concreto en la provincia turca que fue el epicentro de un devastador terremoto.

Con un collar?n alrededor del cuello, el hombre descalzo fue colocado en una camilla. Los rescatistas en Pazarcik, en la provincia de Kahramanmaras, lo cargaron y se lo llevaron a toda prisa.

Fue uno de varios rescates que se llevaron a cabo mientras la oscuridad, la lluvia y el fr?o cubr?an una regi?n de Turqu?a y Siria que fue estremecida por un terremoto de magnitud 7,8. Horas despu?s se registr? un temblor de 7,5 a m?s de 100 kil?metros (60 millas) de distancia.

Al menos 3.400 personas murieron, y civiles se sumaron a los rescatistas en labores desesperadas en ambas naciones. “?Alguien puede escucharme?”, gritaban los rescatistas. En algunos lugares del sureste de Turqu?a se pod?an o?r gritos que proven?an de abajo de los edificios derrumbados.

Varias personas se agachaban para echar un vistazo debajo de un enorme pedazo de concreto que qued? un tanto levantado por varillas de acero. Entraban gateando una y otra vez para intentar llegar a los sobrevivientes, mientras las excavadoras retiraban escombros debajo.

En otra parte de la provincia de Kahramanmaras, los socorristas sacaron con vida a dos ni?os de entre los escombros.

Uno fue recostado en una camilla sobre el suelo nevado. Los rescatistas ped?an silencio a la multitud que trataba de ayudar con el fin de escuchar a los sobrevivientes y localizarlos.

Algunos salieron a salvo y luego esperaron a escuchar noticias sobre sus familiares. “Mis dos nietos, mi nuera, siguen adentro.

No han salido”, dijo Hasan Birbalta mientras esperaba cerca de un edificio derrumbado en el poblado de Pazarcik. Indic? que su nieta tiene 2 a?os y su nieto 6. Miles de elementos de b?squeda y rescate, bomberos y param?dicos participaban en las labores en 10 provincias, as? como unos 3.500 soldados.

Los habitantes levantaban concreto y desenterraban a personas que escuchaban gritando debajo de los edificios. Las r?plicas generaban m?s riesgos en los trabajos de rescate.

En Adana, unas 20 personas, algunas de ellas con chaquetas de servicios de emergencia, utilizaban sierras el?ctricas en la parte superior de los trozos de concreto de un edificio desplomado para abrir espacio que permitiera a los sobrevivientes salir o que fueran rescatados.

M?s tarde se sumaron excavadoras, las cuales trabajaban entre los escombros a la luz de grandes l?mparas.

Aviones ambulancia de las fuerzas armadas turcas transportaban a los heridos a hospitales de Estambul y Ankara, inform? el Ministerio de Defensa. Rescatistas de todo el pa?s trataban de movilizarse a las provincias afectadas en medio de intensas lluvias y nevadas.

En una conferencia de prensa el lunes por la noche, cuatro ministros se?alaron que, debido a los da?os que sufri? el aeropuerto de Hatay, tuvieron que volar a Aldana, a casi tres horas de distancia.

En Siria, un hombre cargaba el cuerpo de una ni?a muerta junto a los escombros de un edificio de dos pisos.

?l y una mujer colocaron a la ni?a en el suelo bajo una cubierta para protegerla de la lluvia, la envolvieron en una frazada y voltearon abrumados a ver el edificio que se hab?a venido abajo.

Un funcionario de la autoridad para el manejo de desastres de Turqu?a se?al? que 7.840 personas han sido rescatadas en 10 provincias.

El funcionario, Orhan Tatar, a?adi? que 5.606 edificios se derrumbaron. Se?al? tambi?n que las afectaciones abarcaban una gran zona y hab?a lugares de dif?cil acceso, pero que para el lunes por la noche ya se hab?an asignado cuadrillas de rescate a todos los edificios desplomados.