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El Dia
Hace meses urgimos la adopci?n de pol?ticas de Estado que contribuyan a revertir la preocupante salida masiva de dominicanos que residen en los pueblos fronterizos. La situaci?n ha dado lugar a que espacios que han sido dejados por dominicanos sean ocupados por extranjeros. Pregunt? entonces ?por qu? los criollos abandonan sus adorados terru?os para irse a la capital o emigrar a Espa?a, Estados Unidos y otros pa?ses?
Creemos que procede ahora, en tanto, que ondeen dos millones de banderas tricolores a todo lo largo de la Zona Fronteriza y renazca all? de nuevo el orgullo de ser dominicano. Sugerimos colocar estas banderas en cada casa de cada habitante fronterizo, que se enarbolen los lienzos tricolores patrios en municipios, distritos municipales, secciones, en cuarteles militares y policiales, en las oficinas p?blicas, en las escuelas, parques p?blicos, en los centros deportivos, en las iglesias, en los clubes culturales, en las carreteras y hasta en las monta?as.
Hay que insuflar un nuevo patriotismo a los habitantes de estas comarcas. Obvio, un amor por la Patria que debe estar acompa?ado de certeras pol?ticas socio-econ?micas que rediman a los pobladores m?s pobres.
En otra oportunidad suger? -en inter?s de que las autoridades se aboquen a salvaguardar esta regi?n-que se adopte un programa de construcci?n de viviendas para habitantes de comunidades fronterizas. ?La condici?n que exige esta medida? Que los pobladores se acojan a un plan de crecimiento poblacional que garantice que las familias dominicanas que residen en esta zona se comprometan a procrear cinco o m?s hijos.
Las viviendas, adem?s, tendr?an la condici?n por ley de que no podr?n ser traspasadas a terceros en un plazo de m?s de tres d?cadas y se prohibir?a que las mismas sean vendidas a extranjeros antes de dicho periodo.
Se otorgar?n incentivos de subsidios b?sicos de un salario m?nimo, o algo m?s, a aquellas familias que se acojan a estas pol?ticas. Igualmente, motivar a miembros de nuestras Fuerzas Armadas para que decidan radicarse en pueblos de la frontera. La condici?n ser?a que estas familias se comprometieran a radicarse en la zona y tener cinco hijos o m?s. El incentivo se perder?a si las parejas deciden abandonar la zona.
Sugerimos igualmente incentivos especiales para construir viviendas y exoneraci?n de impuestos a dominicanos nacidos en las zonas fronterizas, pero que han emigrado al exterior y decidan retornar e instalarse de nuevo, con peque?as empresas o peque?os negocios, en estos territorios.
Vengan todos
Es decir, que acudan a esta zona todos los organismos del Estado responsables de formular este tipo de pol?ticas, que a?nen esfuerzos y se aboquen a su realizaci?n de manera conjunta (Presidencia de la Rep?blica, Ministerio de la Vivienda, la Direcci?n General de Proyectos Estrat?gicos y Especiales de la Presidencia (Propeep) Instituto Agrario Dominicano (IAD) Direcci?n de Migraci?n, Canciller?a, Ministerio de Agricultura, Ministerio de Obras P?blicas y Comunicaciones (MOPC) y Medio Ambiente, entre otros).
Seg?n la Oficina Nacional de Estad?sticas (ONE) “la proyecci?n de la poblaci?n residente en la Zona Fronteriza asciende a 500,460 habitantes, equivalente al 4.75% de la poblaci?n (ONE 2021), con una densidad poblacional de 46.24 hab. /km?., un estatus muy debajo del promedio nacional, que es de 216.3 hab. /km?.”.
Como se puede observar, esta densidad poblacional fronteriza es extremadamente m?s baja, con relaci?n al promedio nacional. Esa lamentable realidad justifica que el Estado implemente las se?aladas pol?ticas de incentivos que coadyuven a un crecimiento de la poblaci?n en esta demarcaci?n del pa?s.
Seg?n los datos sobre la divisi?n territorial que ofrece la ONE, en la Rep?blica Dominicana existen 32 provincias, 157 municipios, 234 distritos municipales, 1,597 secciones, 10,016 parajes, 2,663 barrios y 5,292 subbarrios.
Atender al vecino sin perder la soberan?a
En esta divisi?n territorial concurren cinco provincias que est?n enclavadas en territorios fronterizos colindantes con Hait?, un vecino al cual debemos atender, pero sin ceder en lo que respecta a nuestra soberan?a territorial, demogr?fica, ?tnica, ni cultural.
En el estudio “Perfiles Productivos Provinciales para la Promoci?n de las Exportaciones y la Atracci?n de inversi?n para el desarrollo” que realiz? ProDominicana con el apoyo de la Federaci?n Dominicana de C?maras de Comercio (Fedoc?maras) se establece que en el orden territorial, “las provincias fronterizas son cinco: Pedernales, Independencia, El?as Pi?a, Dajab?n y Montecristi”.
Sostiene, sin embargo, que “a los fines de aprovechamiento de incentivos, se agregan Santiago Rodr?guez y Bahoruco, para este prop?sito se visualiza lo establecido por la Ley 12/21 que crea la Zona Especial de Desarrollo Integral Fronterizo y un r?gimen de incentivos, que abarca estas provincias”.
Por su lado, la ONE se?ala que en estas provincias, municipios, distritos municipales y secciones, etc. de la Zona Fronteriza habitan algo m?s de medio mill?n de dominicanos. Poblaci?n que seg?n creemos, es necesario triplicar, por lo menos.
?Qu? implican estos se?alamientos? Que la reducida ocupaci?n poblacional en la frontera tiene la agravante de que, mientras nuestra poblaci?n se reduce en esta zona, como consecuencia de variados factores, los habitantes de Hait? crecen a pasos agigantados en su territorio, pese a tener el estandarte de la aridez de sus tierras y que, adem?s, se trata de un espacio mucho m?s peque?o que el nuestro.
Alerta Roja en la frontera
Desde esta ?ptica se impone recomendar -asimismo-que se declare una Alerta Roja en la Zona Fronteriza ante lo que se nos viene encima: el inevitable avance del “ojo de este hurac?n categor?a cinco”, que es la silenciosa ocupaci?n haitiana. Este fen?meno se abalanza sobre nosotros a consecuencia de la grave crisis que atraviesa el vecino pa?s, de la cual no vislumbramos soluci?n.
Ni mencionar por ejemplo lo que eso implicar?: que nos vendr? en t?rminos de depredaci?n de los recursos naturales (flora y fauna). Ha llamado la atenci?n el fen?meno del espectro de las telecomunicaciones haitianas en toda la zona fronteriza, en desmedro de nuestras telecomunicaciones. Son frecuentes las quejas en el sentido de que se escuchan m?s las emisoras haitianas y se captan m?s las llamadas de los celulares de empresas haitianas que las emisoras y los servicios de las prestadoras del pa?s.
Adem?s, a todo esto se registra una mudanza lenta, pero sostenible, tranquila, modesta y sin ruidos en territorios dominicanos por parte de familias haitianas. La situaci?n ya influye en las costumbres dominicanas. Esa presencia distorsiona los pocos esfuerzos que realiza el Estado dominicano para organizar la poblaci?n fronteriza en torno a un Estado moderno (lo que se manifiesta con habituales lamentos de ciudadanos dominicanos, en el sentido de que trabajadores haitianos les han desplazado de la labor del “motoconcho”, llegando esto incluso a provocar reyertas entre las partes).
Indiferencia ante fervor patri?tico
Otro hecho resaltante es que el gasto militar para proteger la Zona Fronteriza, cada vez m?s costoso sostener la seguridad en la zona. La situaci?n ha obligado a tener una mayor presencia de soldados fronterizos, adem?s de que se ha forzado al Estado dominicano a realizar “inversiones no previstas” para adquirir armamentos y avituallamientos de militares y polic?as, utilizando recursos que bien pudieron ser usados para mejorar la calidad de la salud y de otros renglones vitales.
Ante tan acuciante realidad, los pobladores fronterizos parecen sumirse lentamente en algo altamente preocupante, su indiferencia ante los valores c?vicos y patri?ticos en aras de abrazar intereses pecuniarios para sobrevivir. Se ha ido perdiendo el fervor nacional para adaptarse a costumbres que no son propias de nuestra realidad y que les parecen incorregibles e irreversibles.
Nos asiste -por tanto- el temor de que, ante la persistencia de las degradaciones que hemos venido heredando y las que ahora estamos sumando, necesitemos realizar un esfuerzo enorme para que se reviertan, vuelvan, los niveles de esperanza, de dominicanidad, en la Zona Fronteriza. Hacerlo sobre todo ahora, en este Mes de la Patria en que exaltamos la obra insigne de valiosos dominicanos, encabezados por los patricios Juan Pablo Duarte, Mat?as Ram?n Mella y Francisco del Rosario S?nchez.
En ese tenor, proponemos las siguientes actividades dirigidas a levantar el fervor patrio de los habitantes fronterizos:
-Realizar una acci?n conjunta entre el Gobierno a trav?s de Efem?rides Patrias, el Instituto Duartiano y la Academia de la Historia que conlleve a una gran jornada que haga ondear dos millones de banderas en todas las comunidades fronterizas.
-Celebrar la Fecha Patria del 27 de Febrero con el tradicional desfile militar, pero esta vez en una de las provincias de la frontera.
-Desarrollar una amplia campa?a de concientizaci?n patri?tica en todas las poblaciones fronterizas. Usar recursos promocionales tradicionales (pancartas, afiches, charlas, conferencias, exposiciones, presentaciones art?sticas y culturales) para impulsar el patriotismo en la frontera. Adem?s, producir programas patri?ticos a trav?s de las emisoras y los canales de televisi?n que tienen presencia en esta demarcaci?n del pa?s (Ojo, no nos referimos a propaganda anti-haitiana sino a promover los valores dominicanos).
Lograr que despierte el amor patrio que caracteriza a los fronterizos debe ser el Norte de todos. En ese tenor, el Gobierno central, Efem?rides Patrias, Instituto Duartiano deben realizar un amplio programa de propaganda y orientaci?n dirigido a alcanzar que la educaci?n c?vica y patri?tica retome su sitial entre los habitantes fronterizos. En tanto, que ondeen dos millones de banderas con ciudadanos de corazones henchidos del entusiasmo nacional por todos los rincones de la Patria fronteriza.
*El autor es periodista