Abba, con Bjorn Ulvaeus a la izquierda, ha vendido unos 400 millones de discos a lo largo de los a?os.
<<Creo que lo m?s urgente que se puede hacer en este mundo es empoderar a las mujeres j?venes y las ni?as. Eso cambiar?a nuestro mundo>>, dijo.
<<Es muy triste que haya culturas y religiones en todo el mundo que simplemente no les dan a las ni?as las mismas oportunidades. Entonces, desde el principio le dijimos a Unicef, ah? es donde queremos que vaya nuestro dinero>>.
El proyecto
En un sal?n lleno de eco en el pueblo de La Tinta en Alta Verapaz, la regi?n m?s pobre de Guatemala, un grupo de ni?as ind?genas interpretan su propia versi?n de <<Chiquitita<<, traducida a su lengua nativa maya, Q’eqchi’.
Las ni?as en edad de primaria asisten a talleres de salud y autoestima de la Asociaci?n de Amigos del Desarrollo y la Paz (ADP), una de las ONG m?s antiguas de Guatemala, financiados con los fondos de la canci?n de Abba.
Las ganancias de <> van a Unicef, que usan el dinero para pagar la educaci?n en salud en escuelas como esta en Guatemala.
En la naci?n centroamericana, hay una falta cr?nica de educaci?n en salud sexual, especialmente en las comunidades ind?genas empobrecidas.
El a?o pasado, 346 ni?as de 14 a?os e incluso menores tuvieron beb?s en Alta Verapaz.
Muchas otras menores de 16 a?os tambi?n ten?an hijos.
Una de ellas era Emma, aunque ese no es su verdadero nombre.
Mientras acuna a su beb? de seis meses, Emma practica ejercicios de respiraci?n con uno de los psic?logos de ADP.
V?ctima de abuso dom?stico y violaci?n, ha recibido apoyo en prevenci?n de violencia y autonom?a corporal del ADP, as? como ayuda para la lactancia.
El ADP brinda consejer?a y educaci?n en salud sexual.
Hablando conmigo en q’eqchi a trav?s de un traductor, Emma me cuenta que la terapia familiar que recibi? junto a sus padres y el apoyo emocional la han ayudado a sobrellevar un comienzo violento y forzado de la maternidad.
<<Me siento m?s fuerte y m?s segura de m? misma. Y estoy aprendiendo a cuidar a mi beb?>>, dijo, con el rostro del ni?o cubierto por el chal de su madre.
La historia de Emma es com?n en Alta Verapaz.
Tan com?n, de hecho, que su hermana menor tambi?n es madre adolescente por abuso sexual.
Para Leslie Pau Soto el machismo es causa de muchos males.
<>, dijo Leslie Pau Soto, una de las psic?logas infantiles de la ADP.
<<Aqu? se produce cardamomo, caf?, cacao, ma?z y frijol, y se valora mucho la fuerza f?sica de los hombres mientras que las mujeres son minimizadas y restringidas al hogar>>.
Sumisi?n a los hombres
Por lo general, a las mujeres no se les permite estudiar, cont? Soto, y aquellas mujeres que lo intentan son estigmatizadas.
Las mujeres est?n <<siempre controladas y obedecen a lo que los hombres quieren<<, agreg?, hasta que los hombres logran el dominio total sobre ellas.
La administraci?n del presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, ha sido acusada por sus cr?ticos de fallar a las v?ctimas de violencia dom?stica y violaci?n.
La impunidad es generalizada: solo uno o dos casos de cada cien dan como resultado que el perpetrador sea procesado o sentenciado con ?xito.
En Alta Verapaz, el estado ha designado un solo psic?logo de atenci?n a v?ctimas para una poblaci?n de varios cientos de miles de personas.
Su nombre es Annie Ju?rez.
Alta Verapaz es la regi?n m?s pobre de Guatemala.
<>, dijo, hablando en su vieja oficina en La Tinta.
Insisti? en que estaban haciendo lo que pod?an con recursos limitados y habl? de una p?gina web del gobierno en la que las v?ctimas pueden denunciar el abuso.
Sin embargo, en las regiones monta?osas de Guatemala, a menudo no hay cobertura de internet y muchas familias no tienen conocimientos de inform?tica.
Por eso, la ADP ha construido espacios de informaci?n p?blica en q’eqchi’ y otros idiomas mayas para la radio local.
Tambi?n env?an equipos de trabajadores sociales a las comunidades m?s remotas para ofrecer apoyo a los ni?os abusados y a sus familias.
En la comunidad de Salac Uno, han estado trabajando con Marta (no es su nombre real), una ni?a de ocho a?os que fue abusada sexualmente por un ni?o mayor.
Algunas familias rechazan el enfoque de la organizaci?n, especialmente cuando el agresor vive dentro de la casa.
Sin embargo, la madre de Marta, do?a Lidia, es maestra y agradeci? el apoyo luego de que la escuela de la ni?a identificara el abuso.
<<Tienen que respetarnos. Sabemos que tambi?n tenemos derechos>>.
Do?a Lidia dice que los hombres est?n empezando a respetar los derechos de las mujeres.
En los 43 a?os transcurridos desde su lanzamiento, las regal?as de <> se han utilizado para abordar algunos de los problemas m?s complejos que afectan a Centroam?rica.
Desde la pobreza extrema y una cultura generacional de machismo hasta la violencia dom?stica y la violaci?n.
Incluso el abuso del alcohol entre las comunidades ind?genas marginadas.
En el camino, tambi?n ha beneficiado a innumerables <>, como Marta y Emma, con un apoyo significativo en su lengua materna.
Antes de viajar a Guatemala, le pregunt? a Bjorn Ulvaeus si esperaba que la canci?n tuviera un legado tan perdurable cuando la escribi?.
<<Pensamos 'Bueno, ?espero que sea un ?xito y se reproduzca mucho!’
<<Es el mejor legado que cualquiera podr?a dejar>>.
