Autoridades instalan espacio de apoyo psicológico para allegados de víctimas de tragedia del Jet Set

En medio de la tragedia ocurrida este martes en la discoteca Jet Set, familiares de las personas heridas, desaparecidas o fallecidas han encontrado un espacio de apoyo psicosocial en las carpas instaladas por el Ministerio de Salud Pública en la estación de gasolina ubicada en las inmediaciones del lugar.

Este espacio no solo funciona como punto de información, sino que está especialmente habilitado para brindar intervención en crisis a los familiares afectados.

Allí se ofrece acompañamiento emocional especializado, utilizando técnicas terapéuticas para comunicar noticias difíciles, como en los casos de fallecimientos, y brindar soporte a quienes aún esperan noticias de sus seres queridos.

Además del acompañamiento psicológico a los familiares, también se realiza intervención en crisis a los rescatistas y al personal que se encuentra en labores de rescate, con el fin de manejar el estrés operativo.

Existe una coordinación entre los cuerpos de rescate y el equipo psicosocial: cuando los rescatistas reciben a personas buscando información, son derivados a estas carpas para una atención más integral.

En el lugar se cuenta con personal altamente capacitado: psicólogos de emergencia, psiquiatras, especialistas en intervención en crisis y voluntarios de ONG como la Cruz Roja.

También se ha sumado el respaldo de universidades como la Universidad Iberoamericana (UNIBE) y la Universidad Pedro Henríquez Ureña (UNPHU), que ofrecen carreras afines y han enviado profesionales y estudiantes para apoyar la labor humanitaria.

El Plan Social de la Presidencia y otras instituciones gubernamentales también colaboran con diferentes formas de ayuda.

Las familias pueden acercarse a este espacio para recibir información actualizada, donde se leen los listados de pacientes, se indican los hospitales de referencia a los que han sido trasladados los heridos y se orienta sobre los lugares donde están siendo llevados los fallecidos.

En medio de la angustia y el dolor, este punto de atención se ha convertido en un espacio de contención, reencuentro y humanidad para decenas de personas que, desde la tarde del lunes, permanecen esperando respuestas.