Ausencia de artistas y personalidades del género salsa en el sepelio de José Miguel Román “El Cafre”

Los restos del reconocido locutor José Miguel Román, conocido como "El Cafre", son velados en la capilla C de la funeraria Blandino en Santiago de los Caballeros. 

Su fallecimiento, ocurrido en un trágico accidente de tránsito en Cabirmota, provincia La Vega, ha dejado un vacío en el mundo de la salsa dominicana.

Este domingo, el cuerpo de "El Cafre" será sepultado en el cementerio 30 de marzo. 

A lo largo de la jornada, familiares y amigos se han congregado en la funeraria para rendir un último homenaje al carismático animador, a quien muchos consideran uno de los más grandes conocedores del género salsa en el país.

Ney Zapata, locutor y conductor de televisión de Santiago, expresó su pesar por la pérdida, señalando que la muerte de José Miguel Román representa un duro golpe para la salsa en la República Dominicana. 

"El Cafre marcó un antes y un después en la animación y la conducción de eventos de salsa. Se constituyó en la espina dorsal de este género", afirmó Zapata, quien destacó la importancia de "El Cafre" en el ámbito musical del país.

La ausencia de artistas en el sepelio ha sido notoria y, según Ney Zapata, resulta extraño que no haya habido más representantes del género salsa presentes. "Todos los compañeros de los medios, amigos cercanos y familiares estuvieron aquí, pero la falta de artistas es evidente", subrayó.

Por su parte, José Fabían, un amigo de más de 50 años de "El Cafre", también aprovechó la ocasión para resaltar las virtudes del locutor, tanto en su faceta personal como profesional. 

"La comunicación en materia de animación ha perdido a una de sus estrellas. Sin duda, 'El Cafre' dejó una huella imborrable en la República Dominicana", expresó Fabían.

Sobre el accidente

La noticia del fallecimiento de José Miguel Román se dio a conocer el pasado sábado. El locutor perdió la vida en un accidente de tránsito en compañía del productor de televisión Henry Andrés Almonte quienes se trasportaban junto a otra persona, identificada como Miguel Andrés.