A pesar de que las expectativas para celebrar la tradicional Nochebuena resultaban algo imposible para Sergio y Ángela, a través del reportaje realizado por LISTÍN DIARIO, la familia pudo disfrutar la esperada noche rodeada de vecinos, música, alegría... y mucha comida.
“El Conjunto Quisqueya desea en Navidad que todos como hermanos tengan felicidad” era la música que se escuchaba al fondo mientras los padres de familia pasaban los alimentos a sus vecinos, que emocionados iban a buscarla.
La cena, que fue motivo de júbilo entre el sector, tenía moro de guandules, pan, pasteles en hojas, ensalada rusa, pollo, cerdo y dulces navideños.
Willy González, presidente de la Fundación Voces de Esperanza para los Hijos de Machepa, dijo a reporteros de este medio que el día de Nochebuena pasarían en horario de 4:00 a 6:00 de la tarde conjuntamente con los Comedores Económicos del Estado Dominicano para llevar la tradicional cena al sector.
“La cena acostumbrada de los Comedores Económicos que se imparte todos los años con los vecinos. Esa es la cena que siempre llevamos a cabo, y está pautada para traerla aquí al sector”, explicó González.
Después de compartir con los vecinos, la familia tuvo la oportunidad de ir a su hogar y sentarse en el comedor nuevo que se le entregó, y que el padre de familia expresó que lo había estrenado comiendo unos coditos que había preparado en su estufa nueva.
“Me siento agradecido con Dios y luego con el presidente de la República por haberme hecho realidad esta humilde cena navideña del 24”, exclamó Sergio con una sonrisa en su rostro, mientras vestía un pantalón jean con un t-shirt azul y un gorrito de Navidad igual al de su esposa Ángela.
“Amén, amén, en el nombre de Jesús”, decía Ángela entre risas, dando aplausos y brincos. Mientras Elaine, la niña menor de 2 años que tenía un gorrito azul alusivo a la Navidad, decía “cena, cena, cena”.
El comedor de 6 sillas, que fue parte de los ajuares que se les entregaron, sirvió de sostén para que Sergio, Ángela y sus 5 hijos pudieran sentarse y comer los alimentos. Además, de abrir los regalos que estaban envueltos en una caja roja con un moño del mismo color.
Dos camas, una lavadora, un juego de sala, una nevera, estufa y cajas equipadas con comidas fueron parte de los ajuares que ha recibido el humilde hogar sostenido por hojas de zincs oxidadas y deterioradas, ubicada en el sector San Luis de Santo Domingo Este.